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La Piel

Foto del escritor: orientacionmedicaorientacionmedica


La piel es el órgano más extenso. Tiene un promedio de 1.8 m2 de superficie y un peso de 2 kg para una persona de 75 kg.

Consta de tres capas:

  • epidermis,

  • dermis,

  • hipodermis.

FUNCIONES DE LA PIEL

Este órgano desempeña varias funciones importantes como:

  • Mantener el equilibrio del agua.

  • Protección (del daño por radiación ultravioleta, de traumatismos, de la invasión por agentes extraños).

  • Regulación de temperatura del cuerpo.

  • Respiración.

  • Absorción.

  • Excreción o eliminación de toxinas por el sudor.

  • Secreción a través de las glándulas.

  • Actividades hormonales y defensa.

  • Sensitiva (calor, frío, presión, dolor)

  • Conducción de señales de luz  (Dr. Jorge Carbajal)

  • Comunicación social y sexual.

TRATAMIENTO NATURAL DE LAS ENFERMEDADES DE LA PIEL

La piel es el tercer riñón

La función excretora de este órgano tiene gran importancia. En la mayoría de enfermedades del organismo, la piel se comporta como un órgano:

  • regulador,

  • de desintoxicación y

  • defensa de la integridad orgánica

Lo hace por medio de la eliminación de sustancias nocivas. Sin embargo, en otras enfermedades generales, se comporta como un órgano de expresión de una alteración funcional interna. Impidiendo que más rápidamente otros órganos nobles sean alterados.

Por ello el tratamiento de las enfermedades de la piel no debe ser supresor. Al contrario debe favorecer estas funciones, para que así el organismo termine exitosamente su curación. (Dr. Casanova).

Este concepto es muy importante para el planteamiento del tratamiento de las enfermedades de la piel, pues toda dermatitis se debe considerar en un enfoque sistémico y no local.

De allí que los tratamientos externos deben indicarse con sumo cuidado. Deben preferirse los tratamientos integrales que equilibren el funcionamiento orgánico interno. Esperando como consecuencia de su restablecimiento la desaparición de la afección externa (Hahnemann).

Actividades endocrinas, neurológicas y de conducción de señales fotónicas

La actividad de la piel se relaciona íntimamente con la función de las glándulas de secreción interna (como la tiroides, suprarrenales, glándulas germinales, páncreas, epífisis e hipófisis). Esta relación la hace a través de las hormonas mismas, la vitamina D con sus numerosos receptores en órganos internos, y con el sistema nervioso con el cual comparte su origen ectodérmico.

La piel es un órgano de origen en dos capas embrionarias, ectodermo y mesodermo. Comparte con el sistema nervioso central el origen ectodérmico. La piel sería una extensión del sistema nervioso en nuestra superficie.

Los melanocitos son las células que producen la melanina que da color a la piel y se originan de la cresta neural del ectodermo. Estas células son en realidad parte directa del sistema nervioso en la piel. Esto crea interesantes relaciones de comunicación desde la piel, a través de la melanina y melatonina, en el metabolismo de la luz  hasta el sistema nervioso central y viceversa.

La generosa inervación sensitiva de la dermis superficial distribuye ampliamente los neuropéptidos y neurotransmisores que la relacionan con el sistema nervioso autónomo (Sustancias como la sustancia P,  péptido intestinal vasoactivo (vip), neuropeptido Y (NPY), neurocinina y neurotensina). Estos neuropéptidos o neuro-hormonas relacionan el sistema nervioso con el endocrino y la piel, que tiene actividad inmunitaria propia, jugando un rol protagónico los queratinocitos y las células de langerhans, vía moléculas celulares de comunicación llamados citoquinas.

En las enfermedades de la piel es notorio, que el factor desencadenante es de carácter emocional o mental. En un paciente que esta predispuesto por la herencia, el ambiente, el estilo de vida y una mal nutrición, el factor emocional lo lleva a un estado de estrés. El cual desencadena en el organismo una cascada de acontecimientos bioquímicos  que van desde el sistema nervioso central hasta la piel.

Para la medicina natural, las enfermedades de la piel son intentos del organismo para lograr el equilibrio, llamado salud, a través de la actividad moduladora y excretora-depuradora de la dermis.

En el enfoque naturista de la dermatología, la llamada enfermedad es un proceso necesario para el paciente. Una reacción reguladora del organismo frente a un estímulo desequilibrante interno o externo, que busca un nuevo equilibrio o adaptación. Característica propia de la naturaleza evolutiva e inteligente y de todos los seres que de ella se generan (Hahnemann).

La enfermedad no es un enemigo al cual destruir, si no la expresión de un problema de necesidad y comunicación, a entender (Dr. Jorge Carbajal).

En el tratamiento de las enfermedades de la piel, teniendo como base una completa historia clínica y un correcto diagnóstico, es necesario educar al paciente para evitar todos los factores patogénicos. Y por el contrario poner al ser en condiciones adecuadas de nutrición y estilo de vida que permitan al organismo tener los elementos necesarios y la libertad de realizar su natural función autocurativa (Dr. Casanova).

Y ya seguros de estar en este camino de curación, se podrá añadir, como generalmente es necesario, algunas medicinas que hagan el proceso menos penoso o que ayuden a reactivarlo, pero  la verdad es el organismo el que hace su propia curación.

Como en la mar, el color de la superficie es parte expresión de la profundidad, de lo que en ella hay y solo conocemos en parte. En la piel muchas cosas internas salen a flote por las corrientes fisiológicas. Hundirlas de nuevo será esconder el problema temporalmente y empeorarlo (Hahnemann).

De modo que en general, se deben usar los tratamientos tópicos de manera suave, cuando hay resequedad extrema, para proteger la piel, o en otras condiciones que así lo indiquen pero sin buscar hacer desaparecer la lesión dérmica de manera supresiva (Dr. Karl Stauffer).

Para el tratamiento interno se usan remedios naturales y homeopatía, que sirven para desinflamar, depurar y tonificar el hígado-vesícula, riñón, pulmones, intestinos.

En el tratamiento interno siempre se debe acondicionar primero el aparato digestivo, mejorar la digestión y evitar la constipación. Asegurarse de que existe una adecuada diuresis, verificar la depuración renal.

Instaurar una dieta balanceada con abundantes vegetales y frutos crudos, exenta de carbohidratos refinados, colorantes y aditivos sintéticos, de grasas animales.

 
 
 

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