Verrugas / VPH: que son y su tratamiento dermatológico

Es una enfermedad frecuente en la piel producida por el papiloma-virus o virus del papiloma humano (VPH). Se producen pápulas verrucosas en la piel. No se conoce con exactitud su  período de incubación, pero puede ir de 1 a 10 meses como promedio.

 Las verrugas son confundidas con esas lesiones de la piel en la zona del cuello o las axilas, a esas se le llaman acrocordones o popularmente llamadas lunares de carne, también hay que distinguirlas de otras dermatosis papulares como las queratosis seborreicas y otras. Ese diagnóstico diferencial es tarea para el dermatólogo.

El virus del papiloma afecta a niños, jóvenes y adultos. Las edades más frecuentes son desde los 12 a los 16 años, tanto a hombres como a mujeres, y afecta a cualquier raza. 

Las verrugas pueden ser persistentes es decir que vuelven a salir a pesar del tratamiento. La respuesta del paciente ante el virus depende de las defensas de este y de la carga del virus. En pacientes que están con enfermedades crónicas o autoinmunes, como lupus eritematoso, o con tratamientos inmunosupresores, pacientes con VIH, con linfomas, enfermedad de Hogking, pueden presentar brote de verrugas diseminadas. En un 40 % de pacientes con trasplantes renales presenta con frecuencia verrugas vulgares o plantares.

Las verrugas pueden ser únicas o múltiples, aparecen en piel y mucosas, sometidas a traumatismos o lesiones previas, por eso es tan frecuente en manos, pies y rodillas.

Hay muchos tipos de virus del papiloma humano, dependen de la zona afectada:

1) Verrugas comunes o vulgares:

son pápulas (como granitos), de color de la piel la mayoría de ellas, y la superficie es muy áspera, puede salir una o muchas. Y pueden ser muy grandes, se ve más que todo en manos. Lo ideal es consultar tan pronto tenga una, ya que el tratamiento dermatológico de las verrugas puede ser muy simple, pero si dejamos que se diseminen, pues es más largo.

verrugas vulgares en mano

2) Verrugas planas.

Son lesiones discretamente elevadas, muchas veces parecen como manchas o como espinillas, tanto así que la superficie puede ser lisa y por eso confundirse. A veces cometen el error de automedicarse con esteroides tópicos y esto hace que se diseminen más. Son muy persistentes y el tratamiento suele ser efectivo pero lento.

verrugas planas

3) Verrugas palmo-plantares:

son lesiones discretamente elevadas y de superficie rugosa. Pueden aparecer en palmas de manos, pero es más frecuente en las planta de los pies, pueden ser muy dolorosas y presentan dificultad al caminar.

verrugas plantares

4) Verrugas ano-genitales:

hay un tipo de verrugas ano-genital que tienen forma de coliflor, se llaman condilomas acuminados. Un segundo tipo está formado por pápulas filiformes o de forma pediculada y un tercer tipo de lesiones bien delimitadas y ásperas. Pueden localizarse en pliegue inguinal, región perivulvar, ano, pubis, uretra, vagina y cuello uterino. Son muy contagiosas.

verrugas anogenitales

5) Verrugas subungueales o periungueales:

estas verrugas aparecen en la alrededor de las uñas o debajo de ellas, son muy difíciles de tratar.

verrugas periungueales

Tratamiento de las Verrugas VPH

Hay un tratamiento externo de la verruga misma que busca eliminar la lesión y otro tratamiento interno inmunológico para elevar las defensas del paciente.

De los tratamientos externos hay varios procedimientos, el más adecuado para cada caso depende del área afectada y la cantidad de verrugas que se tengan, algunas curan solas y otras de deben de tratar.

Por ejemplo: ácido salicílico, podofilina, criocirugía, inmunoterapia y otros.

Lo importante es consultar a tiempo y no dejar que una lesión se disemine por todo nuestro cuerpo. Entre las complicaciones pueden darse: que se extienda a muchas zonas del cuerpo, que recurran con frecuencia, cicatrices o queloide.

Y no olvidar que debemos tener un tratamiento interno para mejorar las defensas de la piel. Es donde se hace necesario a parte de los procedimientos de eliminación de las verrugas una evaluación interna con el dermatólogo para establecer tratamientos que consigan mejorar la inmunidad de la piel según cada caso.